Cachetes de marrana flaca, Cara de Burro Cachetón, Menso, Bruto, Cachetes de toronja de a peso, Cachetes de globo inflado, Buey, Burro, Cara de rana, Ahumada, Federico, Tesoro.Rey, Corazón, Cariño, Querubin
Sexo
Masculino
Edad
9 años (En el capítulo "El cumpleaños de Quico" cumple 10)
Quico es un personaje de ficción en la serie de televisiónEl Chavo del Ocho. Por razones legales, el personaje también es conocido como Kiko. Es interpretado por Carlos Villagrán en la serie original y en la versión animada su voz es interpretada por Sebastián Llapur. Su nombre completo sería Federico Mátalas Callando Corcuera; este nombre se deduce del nombre completo de doña Florinda, Florinda Corcuera y Villalpando, Vda. de Mátalas Callando.[1] Sin embargo en el sitio web oficial de Chespirito se afirma que su nombre es Federico Bardon de la Regueira.[2]
Quico tiene 9 años de edad, aunque en uno de los primeros episodios dice que está a punto de cumplir los 7, y es el único hijo de Doña Florinda. Es un niño que tiene todo para él y su mamá lo ha criado en la creencia de que él es mejor que la gente de la vecindad y que los vecinos de allí no están a su altura. Sin embargo, Quico no termina de convencerse de ello. Es huérfano de padre, ya que este, que era teniente de fragata de la Marina Armada de México, murió cuando naufragó su barco y él fue comido por un tiburón (o una ballena). De ahí que en la serie se diga que "Federico descansa en pez'" y no en paz.
Es un niño sumamente engreído, creído y manipulador, reclama toda la atención para él y no escatima en nada para lograrlo. A veces sale lastimado o golpeado en las peleas con el Chavo y logra que su mamá lo defienda siempre, pero ella se pasa la vida golpeando a Don Ramón, a base de cachetadas u otras agresiones. Tiene buenos sentimientos y es muy cariñoso en el fondo. Generalmente se escuda tras la máscara de ser el "rico" de la vecindad, alardeando de todo lo que tiene y no es capaz de alabar los pequeños triunfos de los demás. Si alguien consigue algo, él debe tener algo superior; por eso resulta muy entretenido verlo. Un ejemplo es cuando el Chavo empezó a vender aguas frescas y Quico enseguida consiguió su propia tienda. Su madre no se enfada regularmente con él, pero cuando lo hace llama a Quico "¡Federico!" con gran fuerza, lo que causa que él diga "Es que tú me dices Federico cuando estás enojada conmigo", aunque le perdona casi de inmediato. Usualmente el gag más recurrente siempre ocurre a causa de su propia soberbia, por ejemplo, El Chavo consigue crear algo para entretenerse, como hacer su propio carrito, de pronto llega Quico y al ver el carrito del Chavo, el saca un carrito que le compraron anteriormente y lo presume al Chavo, el Chavo abandona su juguete y le pide prestado el suyo a Quico, quien, obviamente no se lo presta y, peor aun, termina destrozando de algún modo el juguete del Chavo. Este, enfadado, intenta golpearlo, Quico pide ayuda a su mamá, Don Ramón sale a tratar de calmar al Chavo y en ese momento sale la mamá de Quico quien cree que Don Ramón está molestando a Quico y termina golpeándolo. Quico ama a su mamá y trata de obedecerla, pero siempre buscando sus propios intereses por encima de los de ella. Se involucra con sus amigos como el Chavo, la Chilindrina y Ñoño, a pesar de que Doña Florinda le dice que no se junte con "la chusma". Quico siempre anda pidiéndole cosas a su mamá, quien a veces, sin ver su "discriminación" ante los demás, se sobrepasa y le da más de lo que él le pide. Suele caer bien a los demás, aunque tras su imagen dulce muestra antivalores como la envidia y la codicia.
Sin embargo, Quico es un completo cabeza hueca y sus tantas torpezas lo hacen cómico y hasta querendón. Por su edad suele ser muy concreto, pero hay ocasiones en que abusa. Tiene buen corazón cuando la situación lo amerita y es muy entusiasta y divertido, sobre todo cuando esta con sus amigos, es sumamente torpe y al mismo tiempo atento y despierto, también es el dolor de cabeza del Profesor Jirafales por lo que éste es muy paciente.
En 1979 exactamente, después del capítulo de Acapulco, en el cual Doña Florinda lleva a la Chilindrina y al Chavo a un cine a ver El Chanfle, el personaje de Quico no fue visto ni mencionado nunca más en la serie, como si él nunca hubiera existido. Su ausencia es explicada por Doña Florinda ante una pregunta de Don Ramón del porqué no fue con "Su hijo", en donde le responde que "Su hijo" (ya no le dicen Quico), se había ido a vivir con su madrina la rica para no estar más entre la chusma.
Él viste un traje de marinero muy singular, muy similar a una variante masculina adaptada de un Sailor fuku de invierno. El traje es de color negro de dos piezas. La parte de arriba tiene una corbata roja que termina en dos rayas blancas, la camiseta es de cuello "V" y de manga larga. Los pantalones son sustituidos por unos pantalones cortos hasta la rodilla y se combinan con un sombrero de colores amarillo, azul y rojo pegado a la cabeza. Las medias son amarillas y llegan hasta las rodillas, y las zapatillas son de color blanco. Este personaje sufrió un cambio en su vestimenta cuando Carlos Villagrán lo re-bautizó como "Federrico" y luego como "Kiko", dotándolo de unos colores blanco con detalles rojos en Federrico y rojo con detalles blacos en ¡Ah, qué Kiko! en vez del clásico negro.
Luego de la salida de Carlos Villagrán del elenco de el Chavo del 8, este no podía reencarnar al personaje con el nombre de Quico, porque los derechos del personaje los tenía Roberto Gómez Bolaños, entonces decide rebautizarlo como Kiko, al hacer esto, se libra de una posible demanda de Roberto Gómez Bolaños ya que los derechos de autor no contempla "El uso de palabras similares que suenen igual a la palabra registrada".
Desde 1981 a 1983, Villagrán trabajó en dos proyectos con el personaje de Kiko en Venezuela. El primero, Kiko Botones, mostraba al personaje como un botones de un hotel en Caracas. El segundo proyecto fue Federrico, centrado en las aventuras del personaje, parodiando muchas veces al Chavo del 8, a pesar del cambio de nombre, era técnicamente el mismo personaje. En 1987 recibe una propuesta de Canal 13 para realizar su propio programa llamado ¡Ah, qué Kiko!.
El uso de Kiko o Quico depende del contexto en donde se use, si uno se está refiriendo a la serie El Chavo del Ocho, se debe usar Quico, ya que así es el nombre que concibió Roberto Gómez Bolaños, ahora si uno está hablando de proyectos fuera del Chavo del Ocho, se debe nombrar como Kiko.
Fue hijo de la secretaria bilingüe Elsa Bolaños Cacho y del pintor, dibujante e ilustrador Francisco Gómez Linares.[6] Estudió ingeniería mecánica en la Universidad Nacional Autónoma de México, pero nunca se graduó.[7]
Su padre, pintor reconocido de la época, falleció cuando Roberto tenía seis años. Su madre, que nunca llegó a conocer la fama de la serie El Chavo, falleció por cáncer de páncreas.[8]
Inició su carrera como creativo publicitario, lo que lo conectó con la radio y la televisión, en la cual fue, durante la década de 1950, un muy activo guionista. También hizo varios guiones de películas para el dúo Viruta y Capulina y se inició fugazmente como actor con ellos en Dos criados malcriados, en 1960. Sin embargo, siguió dedicando la mayor parte de su tiempo a escribir, contribuyendo con diálogos para guiones de películas y programas de la televisión mexicana.
Su nombre profesional, Chespirito, se debe al director cinematográfico Agustín P. Delgado, derivado del diminutivo de la pronunciación españolizada del apellido de William Shakespeare (fonéticamente Chekspir), debido a la estatura de Gómez Bolaños y por el talento de este para escribir historias que asemejaba a las de Shakespeare.
Entre 1960 y 1965, escribió guiones para los dos programas de mayor audiencia en la televisión mexicana: Cómicos y canciones así como El estudio de Pedro Vargas, de la cadena Telesistema Mexicano.
En 1968, iniciaba transmisiones la Televisión Independiente de México y Chespirito fue llamado como escritor con la oferta de usar a su antojo una media hora semanal a su cargo. Así, nacieron Los supergenios de la mesa cuadrada y su carrera como actor.
En 1970, extendieron su horario a una hora y en un programa propio. El mismo se denominó Chespirito y nació el personaje del Chapulín Colorado. Un año más tarde, apareció el Chavo. Ambos personajes funcionaron tan bien que el programa se dividió en dos, dedicando media hora a cada uno. A mediados de los ochenta inicia un breve programa llamado La chicharra, serie basada en periodistas, sin mucho éxito.
A pesar de ser muy conocido por sus papeles del Chavo y del Chapulín Colorado, también fue creador de varios personajes más, como el Chómpiras, el Doctor Chapatín, Vicente Chambón y Chaparrón Bonaparte. En una entrevista a Teresa Rodríguez, comentó que el decidió añadir palabras con ch porque era usado en «muchas groserías en México».[9]
A pesar de sus guiones recurrentes, estos programas se convirtieron en éxitos a lo largo de toda Hispanoamérica, Estados Unidos y España, en gran medida gracias a la simpatía del cuadro de actores de sus programas, integrado en distintas épocas por Carlos Villagrán, Ramón Valdés, Florinda Meza, Rubén Aguirre, Édgar Vivar, Angelines Fernández, Raúl Padilla, Horacio Gómez Bolaños y María Antonieta de las Nieves, que encontraron también la fama internacional.
En 1980, sus sketchs se volvieron a reunir en una hora semanal en el programa llamado bajo su pseudónimo, y permaneció al aire hasta 1995.
También protagonizó películas mexicanas, escritas y actuadas por él mismo como El Chanfle y El Chanfle 2 Don Ratón y Don Ratero, Charrito y Música de viento.
Fuera de sus habituales personajes televisivos, a partir de 1992, representó en teatro durante varios años la obra 11 y 12, con la cual logró más de 28 000 funciones.
Roberto admitió haber fumado por 40 años, dejando completamente por considerar malo para su salud.[10] De niño le gustaba practicar fútbol, así como boxear e interactuar con sus juguetes.[11] Según Augusto Rattoni, a él le gustaba la pintura y realizaba dibujos de paisajes y rostros.[12]
Gómez Bolaños tuvo dos relaciones. En primera instancia, se casó con Graciela Fernández, con quien procreó seis hijos.[13] Debido a su popularidad, a los 23 años de casados, se separaron.[8] Poco tiempo después se hizo pública la relación que sostenía con una de las coestrellas de su programa, Florinda Meza, quien interpretó a Doña Florinda en el Chavo del Ocho. El romance comenzó en Chile en octubre de 1977 aunque Gómez Bolaños había cortejado a Meza durante 5 años. La relación fue cuestionada y Florinda se defendió de las acusaciones años más tarde:«No soy una roba maridos. Él tenía problemas con su matrimonio y era bien conocido por sus infidelidades». En el 2004, luego de 27 años de vivir juntos, se casaron.[14] La pareja no tuvo hijos propios porque Chespirito decidió realizarse una vasectomía antes de conocer a Florinda.
El 12 de noviembre de 2009, Chespirito fue internado de emergencia en un hospital de la Ciudad de México. Según declaraciones de su hijo Roberto Gómez Fernández; Chespirito tuvo una complicación de la próstata, por lo cual le hicieron una intervención quirúrgica sencilla.[15][16]
El 28 de mayo de 2011, Chespirito abrió su cuenta en Twitter llegándo a alcanzar en menos de un día más de 170 000 seguidores, al segundo día un total de 250 000 seguidores, y medio millón en tan solo una semana.[17]
Aunque no se han publicado las cifras oficiales, existe varias posibilidades acerca de su patrimonio. Según Forbes, desde el cierre de la serie El Chavo, Chespirito recibió ingresos de 1.700 millones de dólares por parte de Televisa.[18] Según El Universal de México, se calcula una fortuna de $15 millones.[19] Falleció en 2014.
Roberto Gómez Bolaños participó en 2006 en anuncios televisivos apoyando la campaña electoral del Partido Acción Nacional.[20] También emitió fuertes críticas contra el candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador, al que acusó de dividir a los mexicanos y contra la izquierda en general.[cita requerida]
En abril de 2007, se unió al reclamo de grupos católicos y conservadores que pugnaban por mantener el aborto como un delito en el Distrito Federal, frente a la postura de la Asamblea Legislativa, cuyos representantes se inclinaron por despenalizarlo durante las doce primeras semanas de gestación. Gómez Bolaños participó en propaganda televisiva en contra de la nueva ley.[cita requerida]
Se le conoce por comentarios sobre el cuadro Guernica, de Pablo Picasso, como los realizados a inicios de mayo de 2007, en Colombia, donde declaró que la obra «es una caricatura».[21]
Realizó una gira por Chile en 1977, cuando el país sudamericano era gobernado por el dictador Augusto Pinochet. Gómez Bolaños se defendió señalando que él no visitaba a los gobernantes ni a los políticos sino a los pueblos que disfrutan su trabajo.[cita requerida]
Fernando Rodríguez Mondragón, hijo del capo colombiano Gilberto Rodríguez Orejuela, jefe del extinto Cartel de Cali en Colombia y autor del libro «El Hijo del Ajedrecista», señaló que Roberto Gómez Bolaños actuó en una fiesta para uno de los hijos de los jefes del mencionado cartel. Ante tal información, la respuesta inmediata de Gómez Bolaños fue que nunca había estado ligado al narcotráfico en ninguna de sus formas, pero María Antonieta de las Nieves aseguró que «El Show de Chespirito» se presentó en la celebración de una primera comunión de la familia del narcotraficante.[22]
Al día siguiente de confirmarse la muerte de Roberto por su esposa Florinda Meza, un carro fúnebre blanco fue por el cuerpo sin vida a su residencia en el balneario caribeño de Cancún, donde vivía y falleció, para ser trasladado hasta el Aeropuerto Internacional de Cancún en un vuelo privado, y así llegar a Televisa San Ángel, la que fue casa de todas las creaciones de Chespirito y donde también se le rindió el último homenaje como icono de la comedia: «América celebra a Chespirito». Allí se realizó una misa privada para familiares y personas cercanas, donde asistieron Edgar Vivar, Carlos Villagrán, entre otros.[27][28] En Ecuador, María Antonieta de las Nieves del personaje «La Chilindrina» se enteró de la triste noticia y, durante su espectáculo de circo, la actriz pidió un minuto de aplausos por la muerte de Chespirito, además de ofrecer sentidas palabras.[29]
Chespirito fue velado en el Estadio Azteca de México en cámara ardiente, donde juega el equipo «de sus amores»: Club América.[30] En simultáneo, sus seguidores publicaron representaciones artísticas sobre su muerte, como la llegada al Paraíso de la mano de los ex-integrantes de la serie, volviéndose viral.[31] Los restos de Chespirito descansan en el cementerio Panteón Francés de la piedad donde fue sepultado en una ceremonia privada el 1º de diciembre de 2014.